«Siempre pinto con acrílicos, en esta ocasión también. Utilizándolos con mucho agua pueden parecer acuarelas y con aglomerante pueden parecer óleos. Su versatilidad y tiempo de secado me permiten crear más rápidamente.

Para este espectacular vestido del diseñador Manuel Fernández me he inspirado en el amor y en la naturaleza a través de mi serie pictórica titulada «TNT. Juegos en Tokio», donde muestro a un Tintín, que despojado de su autor Hergé corre sus propias aventuras, esta vez eróticas. Por fin se hace adulto y se hace llamar TNT, como referencia a la dinamita. Para llegar hasta aquí, hice un recorrido por la historia de la pintura llegando a la conclusión de que la línea negra del cómic es heredera de la línea negra del grabado japonés, así como las distintas tintas que acompañan. Es el llamado japonismo que nos hace recordar el cartelismo francés de principio del siglo XX. Propongo una comunión, un casamiento entre oriente y occidente a través de estas escenas y personajes, y me sirve para comprobar, una vez más, el conflicto que supone para nosotros lo que en otro tiempo y en otras culturas era y es sagrado.

En la escena aparece una pareja abrazada intensamente bajo unos árboles, al aire libre, el sol radiante lo ilumina todo y un pájaro vuela y canta junto a ellos. Los tonos amarillos y rosados evocan la luz de la tarde y todo parece brillar en un remanso de paz y amor. El nombre «Gaudí» gravita sobre la pareja de amantes como homenaje a la luz y la naturaleza que tanto amaba el arquitecto de Ruidoms».